00:00 h.
Me ducho.
Voy al armario y cojo un vestido corto con un escote que deje ver mis tetas.
Me pongo los tacones de aguja.
Veo el reflejo de mis deseos en el espejo y sonrío.
Estoy lista.
Lista para hacer realidad mis pensamientos.
Todos guardamos secretos, ¿no?
Salgo de mi casa para dirigirme a un bar.
Cuando entro, mi mirada se dirige al único hombre que mis ojos pueden ver sentado en la barra con una cerveza en la mano.
Me abro paso y me dirijo hacia él.
Mi cuerpo esta envuelto en llamas.
Me siento junto a su lado.
Pido una cerveza y sonrío.
Y, al cabo de un sorbo mi mano se posa en su pierna.
Él se sorprende.
Siento su nerviosismo que empieza a hacerse notar.
Eso me enciende más y me empuja a mover mi mano hacia la zona abultada.
Él desconocido empieza a ponerse más nervioso y a dejarse llevar por mi perversión.
¡Me encanta!
Me pongo de pie.
Me quito el tanga frente a él sin dejar de verle a los ojos mientras el resto del bar no se percata de lo que estoy haciendo. No hace falta, o, ¿si?
Mis ojos y calentura esta enfocada en el pedazo de negro musculoso y sorprendentemente enorme que esta sentado frente a mi.
Y, solo quiero saber:
... hasta donde puede llegar.
... jugar con su instinto.
Solo quiero hacerle creer que puede hacer conmigo lo que quiera.
Pongo el tanga en la barra y le cojo la mano.
Me da la impresión de que mi iniciativa le derrite del todo.
Estoy controlando a un tío enorme solamente con mi pequeño cuerpo.
Mi coño empieza a estar húmedo y se lo hago saber.
Abro las piernas y llevo su mano hacia mi coño.
Un gemido me dice que nota mi humedad.
Intento quitar su mano, pero se niega ha hacerlo.
Y, empieza a hacer que me salga agua de el coño con movimientos lentos que en nada pasan a ser acelerados.
Demasiada intensidad ¡joder!
Después de estar haciéndome gemir de lo a gusto que me frota el coño, le digo que pare, que ya he tenido suficiente.
Pero, no para.
No me dice nada, supongo que es porque no habla mi idioma. No me entiende o simplemente porque no quiere.
Le vuelvo a repetir que pare. Y me quedo como un flan al ver sus intenciones.
En vez de hacer lo que le suplico repetidas veces abre la cremallera de los pantalones. Me baja la cabeza bruscamente para que le chupe el pedazo de polla que tiene.
Creo que he llegado demasiado lejos con mi juego.
Sin embargo, estoy tan cachonda que quiero llegar aun más allá de donde estoy ahora.
Me meto la polla negra en la boca y empiezo a succionar.
No puedo ni respirar de lo grande que es.
Ahora, todos los del bar nos están viendo,
pero... ahí solo existimos él y yo.
Me saco la polla para descansar, pero él no tiene intención alguna de parar.
No me deja ni siquiera suspirar.
Y, cuando pienso que se ha acabado.
Me coge bruscamente y me da la vuelta.
Me sube el vestido hasta la cintura y me mete la polla de un tirón.
¡Joder!
Me ha dolido, pero me ha encantado.
Empieza a moverla lentamente como un baile erótico que poco a poco va aumentando de intensidad.
Mis gritos empiezan a escucharse por todo el bar.
Las miradas se dirigen hacia mi nuevamente.
Ahora, soy consciente, y me pone más cachonda tener tantas mierdas pendiente de mi.
Seré una puta.
Pero, lo bien a gusto que me están empotrando la polla hace que me de igual.
Ninguno de los dos dice nada.
Nos comunicamos simplemente con movimientos cargados de tensión sexual.
Los dos queremos lo mismo.
Él, follarme como un animal hasta reventarme el coño, y yo, ser atacada por todos los agujeros por ese monstruo que me esta haciendo chillar de placer.
Al cabo de unos cuantos empujones mi cuerpo se rinde, y le digo que pare.
Pero, en vez de hacerlo.
Me la mete hasta el fondo de un tirón.
Me tiene bien cogida del pelo.
Él tiene el control de mi cuerpo y solo puedo expresarme gimiendo, gritando.
Y, por primera vez le escucho hablar: No era esto lo que querías zorra?
-No querías una polla como la mía que te taladrara el coño, ¿eh?
No te voy a soltar hasta que te caigas al suelo y no te puedas mover perra-
El rímel se me ha corrido y yo estoy apunto de hacerlo con toda la polla dentro.
No puedo aguantarme más.
El tio se mueve mas rápido al intuir mi inevitable orgasmo.
¡¡¡Joder... ya no puedo aguantarlo más!!!
Me he corrido y el tío no para.
Es un animal..
Pero, estoy tan cerda que no quiero que se detenga.
Daría lo que fuese por entrar en un bucle orgásmico hasta quedar inconsciente.
Me tiene como un flan.
Madre mía con el hijo de puta este.
Se prepara para finalizar .
Saca la polla de mi coño y me la mete en la boca,
mmmm, saboreo como una cerda mi corrida en su polla.
La saca y empieza a hacerse una paja.
Jode... ,mmm, me tira toda la corrida en la boca con un grito de placer.
Y me dice:
-¿No era esto lo que querías puta cerda?
Toma toda mi lefa-
***
Cuida mis secretos... ¿lo harás?
Voy al armario y cojo un vestido corto con un escote que deje ver mis tetas.
Veo el reflejo de mis deseos en el espejo y sonrío.
Estoy lista.
Lista para hacer realidad mis pensamientos.
Todos guardamos secretos, ¿no?
Solo quiero hacerle creer que puede hacer conmigo lo que quiera.
Me meto la polla negra en la boca y empiezo a succionar.
Me ha dolido, pero me ha encantado.
-¿No era esto lo que querías puta cerda?
Toma toda mi lefa-
***
Cuida mis secretos... ¿lo harás?
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